PALABRAS PRONUNCIADAS POR EL MAGISTRADO MAX GUTIÉRREZ COHEN, PRESIDENTE DEL SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA, EN LA CEREMONIA DE GRADUACIÓN DE LA PRIMERA GENERACIÓN DEL DOCTORADO DEL INSTITUTO SUPERIOR DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA, CELEBRADA EL DIECISIETE DE MAYO DE DOS MIL DOCE, EN HERMOSILLO, SONORA.
Hermosillo, Sonora., 23 de Mayo de 2012
Distinguidos integrantes del presidium; estimados graduantes:
Esta tarde estamos ante la presencia de la primera generación del doctorado en Administración Pública, impartido por el Instituto Sonorense de Adminis-tración Pública, y con ello se incrementa el prestigio que el propio Instituto ha venido forjando desde 1990, en que se trazó la misión para la que fue fundado, que es la de “contribuir al mejoramiento del desempeño del gobierno mediante la aplicación de programas educativos, consultoría y asesoría que generen competencias y prácticas administrativas éticas y de calidad en beneficio de la sociedad”.
Este doctorado contribuye a través de la formación académica del más alto nivel, a que los integrantes de esta generación, contribuyan desde diversas posiciones, a enfrentar los enormes desafíos que el Estado tiene ante sí, en las más amplias e importantes vertientes de las necesidades sociales.
Siempre hemos considerado que las funciones del Estado en México, en sus diversos órdenes de gobierno, basadas en la distribución de competencias que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de los principios y lineamientos para la integración de los Poderes y los derechos humanos y garantías sociales, deben partir invariablemente de la base de la comprensión de la realidad de la sociedad, de la pluralidad y particularidades de las necesidades y procesos de desarrollo en las múltiples regiones y localidades, todo ello con el fin de que el ejercicio de los gobiernos sea, mediante la planeación y debida programación, para aplicar en forma racional y atinada los recursos administrativos y humanos con los que se cuente.
La multiplicidad de los problemas que se presentan en la economía de los diversos sectores sociales, en la dinámica de la producción, la distribución y el comercio de bienes, en los procesos de educación y de la cultura, en la generación y transmisión del conocimiento en general, todos ellos constituyen la materia prima, por cierto en constante cambio, que desde las diversas disciplinas deben ser asimiladas, o más propiamente dicho, entendidas, para la realización de los ambientes de análisis, de discusión y de aportación de lineamientos, que conduzcan a que el Estado responda evolutivamente a los grandes requerimientos sociales.
En esta consideración, estimamos que el Doctorado en Administración Pública es de suma trascendencia en la contribución de gente preparada y pensante, que ha podido adquirir los conocimientos sobre el Estado, las funciones de los órganos de gobierno, los procesos y dinámicas de desarrollo de las instituciones y las características y problemáticas predominantes, pero también son dotados de los instrumentos y disciplinas para tener una visión más completa y profunda de fenómenos que implican un gran desafío para el desarrollo social y particularmente para la definición de políticas del Estado.
Así, se tienen a nivel nacional y con particularidades específicas por regiones y Estados, por una parte los procesos de crecimiento de la economía en sus más variadas ramas, pero al propio tiempo se padecen los problemas de pobreza de importantes sectores de la población, y el fenómeno de la inseguridad con múltiples matices de gravedad en diversas partes de la República.
Estas son temáticas de la mayor relevancia identificadas por toda la sociedad, que nos permiten sopesar a la vez, la importancia de la formación, como decía, de los recursos humanos del más alto nivel para el óptimo diseño y ejercicio de la administración pública.
Pero existen desafíos más difícilmente comprensibles para nosotros, como es lo que está sucediendo en el fenómeno de la globalización, esto es, de la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo, que ha tenido como consecuencia la creciente interrelación de nuestros mercados, sociedades y culturas, y donde además ha tenido lugar una verdadera revolución en los medios electrónicos y de comunicación.
Estos fenómenos de crecimiento y de interrelación intensos, han cobrado más fuerza en los países democráticos, donde las fronteras políticas se van modificando y rebasando los conceptos clásicos de la teoría del Estado, por lo que se exige el análisis continuo y su replanteamiento, para procurar la comprensión de lo que se ha estado llamando como globalización y sus efectos o repercusiones en el Estado y específicamente en el ejercicio de la administración pública en general.
Asimismo, nos encontramos en un contexto en el que se reconoce el carácter multicultural de los habitantes de los estados, y si bien es cierto la globalización tiende a la unificación del espacio político y económico, también lo es que estamos llamados a la realización de esfuerzos y actividades importantes en el ámbito cultural, para reconocer y proteger las diversidades propias de los integrantes de nuestra sociedad.
En particular, estimo que no es cosa menor reconocer que en las diversas vías o caminos hacia la globalización, debemos tener presente como desafío de la administración pública, el reto que implica posicionar en las tareas de gobierno, la atención precisamente al carácter multicultural de los habitantes, y al reconocimiento de los espacios y las formas de pensar donde las necesidades individuales coinciden y convergen.
Además, el fenómeno de la globalización conlleva la necesidad de la definición de políticas de gobierno, que encuentren armonía con las tradiciones de trabajo, étnicas e ideológicas. Estamos convencidos de que es el Estado quien debe articular institucionalmente, a través de la planeación y la definición de sus actividades, el desarrollo social, con respeto a la pluralidad de culturas existentes.
Otro desafío que estimamos importante mencionar a propósito de la celebración de esta generación del doctorado en Administración Pública, es el relativo a los mecanismos de transparencia gubernamental y el fortalecimiento del principio de rendición de cuentas. Con este paradigma que en nuestro país está en proceso de desarrollo, se aspira a generar un ambiente de confianza, seguridad y franqueza entre el gobierno y la sociedad, de tal forma que los ciudadanos estén informados y conozcan las responsabilidades, procedimientos, reglas, normas y demás información generada por el sector público. La transparencia busca también formar a una ciudadanía sensible, responsable y participativa, que conozca y ejerza sus derechos y obligaciones, de manera tal que esta participación conduzca a prevenir y a combatir cualesquier forma de corrupción o desvíos en cuanto al correcto ejercicio de la administración pública.
Además, en íntima relación con los desafíos de las más trascendentes necesidades sociales en cuanto al empleo, la educación y la cultura en general, así como los relativos a la globalización, la transparencia y la rendición de cuentas, están específicamente los retos para el pleno reconocimiento, protección y garantía de los derechos humanos en sus más diversas dimensiones (libertad, igualdad, económicos, sociales y culturales, civiles y políticos) que se sustentan con claridad y contundencia en el decreto de reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicado el 10 de junio de 2011.
Hago mención de estas grandes temáticas de la mayor trascendencia social, que es necesario atender para salir adelante, porque son las que a mi juicio tienen el mayor peso y ubicación como ejes centrales en el quehacer de la información, del análisis y de la propuesta, propios de la administración pública.
Estas son las razones por las que aprecio la trascendencia de esa generación del doctorado que emerge del ISAP, porque está cumpliendo con su esencial misión, aportando, como señalé, personas preparadas para contribuir a que el Estado, en sus diversos órdenes de gobierno, mejore constantemente en la planeación y realización de políticas y acciones que nos permitan superar adversidades y lograr como sociedad el bienestar y el desarrollo en todos los órdenes.
Creo que esta nueva generación integrada por Ustedes responderá al compromiso de contribuir a la explicación de los problemas sustantivos de la sociedad contemporánea, particularmente de Sonora y al mejoramiento de la acción gubernamental.
Es así como el prestigio ganado a pulso por el Instituto Sonorense de Administración Pública, alcanza hoy un motivo de celebración al otorgar a Ustedes el documento que los reconoce como doctorandos, integrantes de la primera generación, y estoy convencido de que este logro que los distingue, ha sido a base de esfuerzo y dedicación. Ahora poseen en virtud de ello las herramientas necesarias para contribuir a la definición y la realización de las respuestas que la sociedad y el gobierno necesitan, sobre todo en los problemas que más aquejan, para evolucionar fincados en principios de libertad, igualdad e independencia.
Los felicito por el logro obtenido, y porque esta generación simboliza en sí misma un avance hacia un mejor futuro para nuestra comunidad.
Muchas gracias..