Obtienen Maestría en Juicios Orales integrantes del Poder Judicial del Estado
Hermosillo, Sonora., 20 de Agosto de 2012
Las maestrías y los múltiples cursos y actividades académicas que se realizan en el Poder Judicial del Estado, brindan la plataforma humana indispensable, no sólo en cuanto a la formación de los operadores del nuevo sistema, sino de profesionistas con las capacidades de análisis y de contribución en el proceso que se sigue en nuestro país, y para la correcta implementación del nuevo sistema de justicia penal.
Expresó lo anterior el Lic. Max Gutiérrez Cohen, presidente del Supremo Tribunal de Justicia, al apadrinar a los graduantes de la Primera Generación de la Maestría en Juicios Orales, impartida por la Universidad Durango Santander en ceremonia efectuada el 17 de agosto del presente. Dos magistradas del STJ, tres magistrados regionales, diez jueces y 13 servidores públicos del Poder Judicial del Estado obtuvieron esta Maestría
“Además de la adquisición de conocimientos y destrezas que se necesitan desde el punto de vista legal y técnico para actuar en el nuevo sistema, lo primario y sustancial y que perdura a través del tiempo, es que reconozcamos siempre el sentido de respeto a la dignidad y a los derechos de las personas, desde la perspectiva de la igualdad de hombres y mujeres y que prevalezca el interés superior del niño”, agregó Gutiérrez Cohen.
“Pero el eje fundamental de nuestra función judicial y del ejercicio de la profesión del Derecho en general, es el valor de la justicia, por el que es preciso que apliquemos al máximo nuestra voluntad, y ello implica no sólo la capacitación continua, sino la realización de nuestras labores y de acciones concretas que sean congruentes con ese valor”, indicó.
Forman parte de la Primera Generación de la Maestría en Juicios Orales, las Magistradas del Supremo Tribunal de Justicia, Sandra Luz Verdugo Palacios, e Irma Meza Vega
Los Magistrados de Tribunales Regionales de Circuito, Aurora Velarde Verdugo, Javier Enríquez Enríquez y César Saúl García Acosta
Los Jueces de Primera Instancia, José Alejandro Bojórquez Osorio, Manuel Colunga Rodríguez, Claudia García Haro, Mario Alberto Granados Padilla, Julio César Moreno Pino, Daniel Murcia Ureña, Jesús Rogelio Olivares Abril, Luis Fabián Ramírez Mendoza, Patricia Arvizu Rodríguez y Danylda Margarita Romero Loya
Y los siguientes servidores públicos del Poder Judicial del Estado: Alonso Fonseca Cáñez, Carlos Alberto González Palafox, Jesús Salvador Guirado López, Sergio Iván Mungarro Franco, Cassia Goretti Navarro Ramos, Ángel Alberto Trejo Duarte, Jesús Antonio Arvizu Solano, Fernanda Bustamante, Eliana Sánchez Ontiveros, Rubén Alejandro Sepúlveda Vega, María del Carmen Soto Esquer, Alma Delia Torres Zamora y María Jesús Vega Orozco.
También integran esta generación los licenciados Jesús Guillermo Bayliss Verdugo, Jorge Cota Zazueta, Luis Ángel Valdez Carreón, Juan Carlos Aguilar del Ángel, Rodrigo Alcaraz Ojeda, Dante Alberto Barraza Arvizu, Rogelio Gerardo García Rojas, Rogelio López García, Demetrio López Rodríguez, Luis Manuel Vea Valenzuela y Heriberto Velásquez Acosta.
En esta ceremonia también hubieron graduaciones de Doctorado en Derecho, Maestría en Amparo, Maestría en Derecho Fiscal, y Maestría en Valuación Inmobiliaria.
Aquí las palabras del Lic. Max Gutiérrez Cohen:
Distinguidos miembros del Presidium;
Estimados integrantes de esta Generación de la Maestría en Juicios Orales;
Familiares de los graduandos e invitados a esta ceremonia:
Primeramente, agradezco la distinción que me han brindado y que me da la oportunidad de estar acompañándolos en esta ceremonia, en la que celebramos el fruto de sus esfuerzos al lograr la Maestría impartida exitosamente por la Universidad Durango Santander.
Este es un acto que será memorable porque revela la cristalización de una etapa más en el desarrollo que ciertamente todos requerimos para elevar nuestra capacidad profesional, mediante la adquisición de los conocimientos y las destrezas propias de las exigencias de nuestras labores, todo lo cual es esencial para que el nuevo sistema de justicia penal inicie adecuadamente su operación en nuestro Estado.
Ahora Ustedes están en condiciones de responder con bases de formación firmes y suficientes, en el cumplimiento de la función que les corresponda desempeñar como actores en el nuevo proceso penal.
La Maestría en Juicios Orales, conlleva el compromiso de analizar con detenimiento los diversos procesos de implementación de la reforma en la República Mexicana; estar en permanente actualización del comportamiento del nuevo sistema en los estados en que está operando y atender y reflexionar sobre temas muy interesantes que han emergido y que requieren de la contribución de especialistas y estudiosos, para su cabal comprensión y para trazar, en su caso, las reformas pertinentes, en la esfera de lo legal y de lo administrativo, con el fin de lograr la realización plena de la reforma a la luz de los principios constitucionales que la rigen.
Algunos de los temas específicos relevantes ya detectados en el seno de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia y de los que nos ocuparemos en la reunión nacional que celebraremos a principios de septiembre próximo, en la ciudad de Mérida, tienen que ver con el análisis de la apelación o la casación como recurso ordinario; con el futuro del auto de vinculación a proceso; con el establecimiento de tribunal de juicio oral o de jueces unitarios; con el fortalecimiento de la prueba anticipada para su incorporación al juicio oral; el papel de la víctima del delito como parte formal y material, y sus derechos procesales; con la suplencia de la queja y en general, con los retos y perspectivas del sistema acusatorio penal en México.
Lo que quiero poner de relieve es que afortunadamente la Maestría en Juicios Orales y los múltiples cursos y activi-dades académicas que realizamos en el Poder Judicial del Estado, nos están brindando la plataforma humana indis-pensable, no sólo en cuanto a la formación de los operadores del nuevo sistema, sino de profesionistas con las ca-pacidades de análisis y de contribución en el proceso que se sigue en nuestro país, y que de forma permanente y evolutiva atienda las temáticas esenciales emergentes, de manera que Sonora cuente con los recursos humanos que comprendan los procesos, sean acertados en sus contribuciones para la correcta implementación y previsores para establecer las directrices y, en su caso, correctivos que el propio nuevo sistema de justicia penal vaya requiriendo.
Además de la adquisición de conocimientos y destrezas que se necesitan desde el punto de vista legal y técnico para actuar en el nuevo sistema, lo primario y sustancial y que perdura a través del tiempo, es que reconozcamos siempre el sentido de respeto a la dignidad y a los derechos de las personas, desde la perspectiva de la igualdad de hombres y mujeres y que prevalezca el interés superior del niño.
En este entendido, tenemos claro que los procesos judiciales deben evolucionar y para ello durante los últimos años y hasta la fecha actual hemos laborado con intervención destacada de miembros del Poder Judicial del Estado, para contribuir uniendo esfuerzos con los Poderes Legislativo y Ejecutivo, a la creación de las leyes que regirán el nuevo sistema de justicia penal en Sonora, la mayoría de las cuales ya han sido aprobadas por el H. Congreso, destacando la Ley de Atención y Protección a Víctimas del Delito, la Ley de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias, el nuevo Código de Procedimientos Penales, y está en puerta la Ley de Ejecución de Sanciones Penales y Medidas de Seguridad.
Pero el eje fundamental de nuestra función judicial y del ejercicio de la profesión del Derecho en general, es el valor de la justicia, por el que es preciso que apliquemos al máximo nuestra voluntad, y ello implica no sólo la capacitación continua, sino la realización de nuestras labores y de acciones concretas que sean congruentes con ese valor.
Por estas razones, siento un profundo aprecio y expreso mi gratitud a todos los graduandos que cursaron con éxito esta Maestría, sin descuido alguno de sus responsabilidades laborales y esto me consta particularmente por los integrantes de la judicatura en nuestro Estado.
Estoy convencido de que este mérito no es en virtud de obligación legal alguna porque ha sido decisión de Ustedes cursar la Maestría, lo cual pone de manifiesto que también poseen el don de la espontaneidad con el afán de superarse, y su calidad como personas que están convencidas de la trascendencia de las funciones que desempeñan y que creen, sin duda alguna, que el avance hacia una mejor justicia, necesita de nuestra motivación y perseverancia para seguir adelante.
Es mi mayor deseo que siempre prevalezca en Ustedes el pensamiento y la actitud hacia lo positivo, lo constructivo y la determinación de vencer adversidades; que Ustedes sean cada día más fuertes y continúen luchando por avanzar.
Esta significativa ceremonia de graduación, también le dice a la sociedad sonorense, que no obstante los problemas que padecemos, ustedes han asumido su responsabilidad para contribuir, cada quien desde su muy particular posición personal, en la búsqueda de soluciones.
La culminación de estos estudios en grado de Maestría, da prueba palpable de la realización del desarrollo profesional que se está requiriendo y esto también demuestra que han dado un paso más hacia adelante en el proceso de legitimación de Ustedes mismos como personas y de las funciones que desempeñan.
He querido decir estas palabras y expresarles mi sincero agradecimiento por permitirme acompañarlos, y viéndolos de frente, pienso que cada quien, con su propia convicción y forma de ser, seguirá trazando su trayectoria en forma limpia y con firmeza.
Muchas gracias.