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QUE ES EL PODER JUDICIAL

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ENCUBRIMIENTO POR AMISTAD. EXCLUYE LA INCRIMINACIÓN.- En términos del artículo 13, fracción X, inciso c), del Código Penal Estatal en vigor cuando los hechos, debe excluirse incriminación a quien oculte los efectos, objetos o instrumetos del delito, cuando no se hiciere por un interés bastardo y se empleare algún medio delictuoso, siempre que se trate quienes estén ligados con el delincuente por amor, respeto, gratitud o estrecha amistad. Congruente con dicha disposición el diverso numeral 318 de la citada ley sustantiva, a cuyo tenor quedan exceptuados de sanción los ocultantes de objetos efectos de un delito para impedir su descubrimiento cuando se trate de parientes del requerido, o de personas a quienes éste deba respeto, cariño o gratitud, o amistad íntima, lo que se advierte en la especie si el inculpado de Encubrimiento ocultó en su casa las armas con las que un hermano y un amigo suyo también hoy procesados, acababan de delinquir, sin que aparezca que aquél hubiere actuado por un interés bastardo ni qu hubiere empleado algún medio delictuoso, actualizándose e virtud de todo ello las antedichas excluyentes de incriminación mismas que el juez de primer grado debió estimar y hacer valer de oficio, en términos del artículo 15 del Código Penal Sonorense vigente cuando los hechos -l 4 del actual-, norma que violó por falta de aplicación, así como el 13, fracción X, inciso c) y invocado, y por inexacta aplicación el 318 igualmente citado.

- Toca penal No.188/94. Jluio 14 de 1994. Segunda sala Mixta. Ponente: mag. Lic. Francisco Gutiérrez Rodriguez.

 

EXCLUYENTES DE INCRIMINACIÓN. SU ESTIMACIÓN OFICIOSA ES OBLIGATORIA EN CUALQUIER ETAPA DEL PROCEDIMIENTO.- En términos del artículo 15 del Código Penal Sonorense en vigor cuando los hechos -artículo 14 del actual-, la estimación de las causas excluyentes de responsabilidad es un deber ineludible cuyo cumplimiento no está sujeto a alegación expresa,ni referido a determinada etapa del procedimiento.

- Toca Penal No. 188/94. Julio 14 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Francisco Gutiérrez Rodríguez.
- Toca Penal No. 346/94. Agosto 3 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Francisco Gutiérrez Rodríguez. Srio. Proyectista: Lic. Rolando Fimbres Molina

 

EXCLUYENTES DE INCRIMINACIÓN. SU OPERANCIA EN LA APELACIÓN DE LA FORMAL PRISIÓN CONDUCE A ORDENAR LIBERTAD ABSOLUTA.- La H. Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció jurisprudencialmente que las excluyentes de responsabilidad deben probarse plenamente, de ahí que, si una de ellas se tiene por demostrada en la apelación del auto de término constitucional, la resolución reparadora de agravios debe ordenar la libertad absoluta del inculpado, y no con las reservas de ley, porque de lo contrario quedaría abierta la posibilidad de que un nuevo ejercicio de la acción penal condujera ajuzgar otra vez al mismo inculpado por hechos que ya fueron materia de resolución definitiva en la que su inculpabilidad se tuvo plenamente demostrada.

- Toca Penal No. 188/94. Julio 14 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Maq. Lic. Francisco Gutiérrez Rodríguez.
- Toca Penal No. 346/94. Agosto 3 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente:Mag. Lic. Francisco Gutiérrez Rodríguez. Srio. Proyectista: Lic. Rolando Fimbres Molina.

 

HOMICIDIO. PRESUNTA CORRESPONSABILIDAD POR OMISIÓN.- Si bien el inculpado de que se trata no confesó participación delictuosa alguna en el homicidio que se averigua, y su coinculpado, autor material confeso, no le hizo ninguna imputación directa sino que lo ha venido exculpando, ello no puede conducir por sí solo a dictarle auto de libertad por el mencionado ilícito, puesto que, desde la perspectiva de los artículos 19 constitucional federal, 157 y 276 del Código Procesal Penal Sonorense, hasta el momento procedimental revisado existen datos bastantes para tenerlo como presunto copartícipe del homicidio, como lo son la circunstancia de que, aún habiendo alegado sorpresa, rapidez de los hechos y nerviosismo, resulta injustificado - hasta el momento que se examina, se insiste- que no haya hecho el menor intento efectivo para, si no impedir la lesiva acción inicial de su coinculpado, cuando menos para evitar que le siguiera asestando al ofendido los más de veinte navajazos ministerialmente inspeccionados y pericialmente dictaminados; a ello se aúna, con base en las fotografías que obran en autos, la circunstancia de que la complexión corporal del inculpado que nos ocupa es superior a la del autor material confeso, lo que conduce a estimar que muy bien pudo haber desarrollado alguna acción física decidida para contener el ataque y evitar el resultado de muerte, en lugar de -en caso de ser cierto- simplemente exhortado a que se calmara, darle un empujón (contraproducente, puesto que lo hizo en dirección del ofendido) e ir tras él preguntándole qué era lo que estaba haciendo, lo que, evidentemente, resultaba inútil en esos momentos.
Tampoco puede pasarse por alto que, según se desprende de lo declarado por el repetido autor material, su enojo por las constantes burlas que le hacía el ahora difunto era conocido por su coinculpado con seis meses de anterioridad cuando menos - a los hechos que se averiguan, como también sabía que el primero portaba la navaja homicida, lo que viene haciendo aparecer como inverosímil que se haya sorprendido cien por ciento cuando, tras la nueva burla que desencadenó los hechos, tomó la navaja y empezó a agredir al ofendido, sin que el repetido inculpado desarrollara acción decidida alguna para evitar que siguiera haciéndolo hasta causarle la muerte, de tal manera que su mayor, menor o nulo grado de coparticipación en los hechos deberá, en todo caso, ser precisado por el juez natural en sentencia, con vista en la totalidad de las constancias del juicio, porque hasta el momento procedimental examinado y desde la perspectiva de los artículos 6 fracción I y 11 fracción III del Código Penal Sonorense, sí viene apareciendo como presunto copartícipe del homicidio.

- Toca Penal No. 932/93. Marzo 30 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Francisco Gutiérrez Rodriguez. Srio. Proyectista: Lic. Tránsito Alegría Salcido.

 

HOMICIDIO Y ROBO CON VIOLENCIA. SUBSUNCIÓN INOPERANTE.- Carece de razón el reo agravista al alegar que se violó en su perjuicio el artículo 300 del Código Penal Sonorense, pretendiendo que el homicidio perpetrado constituya una manifestación de la violencia en el robo también cometido, pues con tal pretensión busca que se soslaye que el desapoderamiento forzado se consumó sin mayor problema y que, por ende, ninguna necesidad tenía de privar de la vida al ofendido, por lo que el juez natural actuó adecuadamente al fincarle condena como responsable de los delitos autónomos de Homicidio y Robo con Violencia.

- Toca Penal No. 10/94. Marzo 24 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Francisco Gutiérrez Rodríguez. Srio. Proyectista: Lic. Tránsito Alegría Saicido.

 

INDICIO AISLADO. NO PUEDE HACER PRUEBA PLENA.- En el capítulo del Código Procesal Penal Sonorense llamado Valor jurídico de la prueba se aprecia claramente que los elementos de convicción específicos que pueden alcanzar rango de prueba plena son los siguientes: la confesión, cuando reune los requisitos del artículo 271; los documentos públicos de falsedad no demostrada (artículo 272); los documentos privados judicialmente reconocidos por su autor, o no objetados a sabiendas de que figuran en el proceso (artículo 273); la inspección y el resultado de los cateos, en diligencias practicadas con los requisitos de ley (artículo 274); los dictámenes periciales, según las circunstancias del caso (artículo 275); la prueba indiciaria (también llamada circunstancial y presuntiva), resultante del enlace lógico y natural de los indicios (artículo 276); y la testimonial, siempre y cuando haya por lo menos dos testigos que reúnan las condiciones exigidas en el artículo 277. A partir de ello, debe decirse que no es posible otorgarle valor probatorio pleno a un solo indicio con fundamento en el citado artículo 276, toda vez que, para efectuar el enlace lógico y natural autorizado en dicha norma, se requiere obviamente de una pluralidad de indicios que de ninguna manera puede constituirla un solo dicho, no respaldado por otro indicio de los que aparecen en autos.

- Toca Penal No. 673/93. Marzo 22 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Ignacio Islas Contreras.
- Toca Penal No. 69/94. Mayo 27 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Armida Elena Rodríguez Celaya. Sria. Proyectista: Lic. Francisca Alegría Araiza.
- Toca Penal No. 290/94. Junio 13 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Ignacio Islas Contreras. Sria. Proyectista: Lic. Silvía Guzmán Partida.
- Toca Penal No. 1063/93. Junio 17 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Armida Elena Rodríguez Celaya. Sria. Proyectista: Lic. Francisca Alegría Araiza. - Toca Penal No. 198/94. Junio 20 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Francisco Gutiérrez Rodríguez. Colaboró en la proyección: P.Lic. María del Carmen Soto Esquer.

 

INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA, PRINCIPIO DE CONGRUENCIA EN LA.-Si el juzgador ubicó la peligrosidad social del reo entre la mínima y la media, más cercana a la primera, la individualización de la pena debe ser congruente con los mínimos y máximos establecidos en el tipo penal, es decir, debe cuantificarse entre el mínimo establecido en la norma y la media resultante, en atención al principio de congruencia que debe de regir todo fallo.

- Toca Penal No. 98/94. Mayo 2 de 1994. Primera Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Miguel Ángel Bustamante Maldonado. Sria. Proyectista: Lic. Ramona Avilés de Rodriguez.

 

INMEDIATEZ PROCESAL, PRINCIPIO DE.- Toda declaración, provenga de quien provenga (reo, ofendido o testigo), rendida con cercanía a los hechos averiguados o a raíz de éstos, reviste mayor jerarquía convictiva que las emitidas subsecuentemente en contrario, a menos que se compruebe la retractación, o que la versión inicial resulte inverosímil ante el resto del material probatorio. Sirve de apoyo al efecto lo sostenido por la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis del siguiente tenor: "RETRACTACION. INMEDIATEZ.- Las primeras declaraciones son las que merecen mayor crédito, pues por su cercanía con los hechos son generalmente las veraces, por no haber exístido tiempo suficiente para que quien las produce reflexione sobre la conveniencía de alterarlos hechos. Este criterio jurídico, que da preferencia a las deposiciones iniciales, tiene su apoyo en el principio lógico de contradicción y cabe aplicarlo no sólo en tratándose de retractaciones hechas por el acusado, o por los testigos, sino también por la ofendida ". (Apéndice 1985 al Semanario Judicial de la Federación. Segunda Parte II. Primera Sala. Pág. 635).

- Toca Penal No. 924/93. Marzo 30 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Francisco Gutiérrez Rodríguez. Colaboró en la proyección: P. Lic. María del Carmen Soto Esquer.
- Toca Penal No. 779/93. Abril 18 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Armida Elena Rodríguez Celaya. Sria. Proyectista: Lic. Francisca Alegría Araiza.
- Toca Penal No. 1009/93. Abril 29 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Francisco Gutiérrez Rodríguez. Colaboró en la proyección: P. Lic. María del Carmen Soto Esquer.
- Toca Penal No. 971/93. Abril 29 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Francisco Gutiérrez Rodríguez. Srio. Proyectista: Lic. Tránsito Alegría Salcido.
- Toca Penal No. 967/93, Abril 29 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Francisco Gutiérrez Rodríguez. Srio. Proyectista: Lic. Tránsito Alegría Salcido.

(En el mismo sentido: Tocas Penales Nos. 133/94, 150/94, 319/94, 245/94, y 995/93, fallado éste último en agosto 4 de 1994).

 

INMEDIATEZ PROCESAL, PRINCIPIO DE. INAPLICABILIDAD.-Este tribunal ha sostenido reiteradamente que las declaraciones emitidas con cercanía a los hechos averiguados o a raíz de éstos merecen mayor crédito que las rendidas posteriormente en contrario, pero también ha sostenido que, para la aplicación de tal criterio, debe atenderse a la verosimilitud de los dichos examinados y al mayor o menor respaldo que reciban de otros elementos de prueba, de tal manera que, si las declaraciones posteriores aparecen fundadas y se ven apoyadas por otros elementos de convicción, resultando inverosímiles en tal virtud las rendidas inicialmente, aquéllas deben prevalecer sobre éstas.

-Toca Penal No. 256/93. Mayo 31 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Francisco Gutiérrez Rodríguez. Srio. Proyectista: Lic. Rolando Fimbres Molina.
- Toca Penal No. 178/94. Junio 30 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Francisco Gutiérrez Rodríguez. Srio. Proyectista: Lic. Rolando Fimbres Molina.

 

LEGÍTlMA DEFENSA. SU ACTUALIZACIÓN NO EXIGE EL RIESGO DE PERDER LA VIDA.- El artículo 13 fracción III del Código Penal Sonorense no exige, para la actualización de la legítima defensa, que necesariamente se corra el riesgo de perder la vida, pues de su tenor resulta bastante que el agredido defienda su persona de un peligro inminente, que puede consistir en desde resultar lesionado hasta perder la existencia.

-Toca Penal No. 913/93. Mayo 31 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Francisco Gutiérrez Rodríguez. Srio. Proyectista: Lic. Rolando Fimbres Molina.

 

LEGÍTlMA DEFENSA NO ACTUALIZADA. AGRESIÓN CON EL PUÑO RESPONDIDA CON NAVAJA.- En la especie no es dable estimar la presencia de la causa excluyente de incriminación prevista en el artículo 13 fracción III del Código Penal Sonorense, puesto que, aún cuando de manera inopinada el paciente del delito fue primero en agredir, la mecánica de los hechos no es indicativa de que con ello se hubiere encontrado el reo en peligro inminente e inevitable, máxime que la agresión de mérito consistió en un solo golpe propinado con el puño por el pasivo, y que el hoy sentenciado contestó hundiéndole una navaja en el abdomen, con perforamiento de pulmón; que no existe la menor evidencia de que el ofendido o sus dos acompañantes portaran arma alguna, ni de que éstos hubieren pretendido sumarse al pleito para favorecer al navajeado (lo que, por cierto, nada les impedía dada su superioridad numérica); y que el activo y su hermano se retiraron del lugar sin ninguna dificultad para ello, como bien pudieron haberlo hecho tras la agresión inicial proveniente del navajeado, todo lo cual se afirma con respaldo en la tesis de la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación del siguiente tenor: "LEGITIMA DEFENSA, INEXISTENCIA DE LA EXCLUYENTE DE.- No se infiere en forma alguna que de la agresión que sufrió el acusado le hubiese resultado un peligro inminente, si la víctima del homicidio sólo lo golpeó con los puños, si tal hecho no implica una potencialidad lesiva que hubiese originado un peligro inminente para la vida del agredido, circunstancia que se exige para que opere la excluyente de responsabilidad de legítima defensa, pues para que ésta exista es necesario que la agresión ponga en evidencia un peligro real, que sea de tal naturaleza, que de no proceder a la defensa, resultara un daño difícilmente reparable si la agresión no hubiese sido repelida". (Apéndice 1985 al Semanario Judicial de la Federación. Segunda Parte l. Primera Sala. Pág. 297).

- Toca Penal No. 976/93. Abril 18 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Maq. Lic. Francisco Gutiérrez Rodríguez. Srio. Proyectista: Lic. Tránsito Alegría Salcido.

 

LEGÍTlMA DEFENSA NO ACTUALIZADA. DESISTIMIENTO DEL OFENDIDO, AGRESOR INICIAL.- El artículo 13 fracción III del Código Penal Sonorense exige, para la actualización de la legítima defensa, que la agresión que se rechaza sea actual, sin derecho y de la cual resultara un peligro inminente, a no ser que el agredido diere lugar a ella, de lo que se infiere que, si pasada tal agresión su autor se retira del lugar y el agredido va tras él e inicia un nuevo enfrentamiento, no puede actualizarse la exculpante de que se trata. Es aplicable al respecto la tesis de la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación que seguidamente se transcribe, obligatoria para todos los tribunales del país en términos del artículo 192 de la Ley de Amparo: "LEGITIMA DEFENSA, INEXISTENCIA DE LA.- Los actos ejecutados en contra del ofendido con posterioridad a la consumación de la agresión realizada por éste no pueden ya estimarse como evitativos que justificasen legítima defensa, sino actos de represalia o venganza cuya ilegalidad impide que la responsabilidad penal se excluya por tal concepto". (Apéndice 1985 al Semanario Judicial de la Federación. Segunda Parte I. Primera Sala. Tesis jurisprudencial No. 149. Pág. 306).

- Toca Penal No. 967/93. Abril 29 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Francisco Gutiérrez Rodríguez. Srio. Proyectista: Lic. Tránsito Alegría Salcido.

 

LEGÍTlMA DEFENSA Y NO EXCESO EN ÉSTA, NI PRETERINTENCIONALIDAD, NI ERROR EN EL GOLPE, NI IMPRUDENCIA.- En autos aparece comprobado que los hechos se suscitaron porque el inculpado prófugo, encontrándose bastante ebrio, inició una repentina cuanto injustificada agresión en contra del inculpado aquí apelante, durante la cual sacó una pistola y le disparó,hiriéndolo de gravedad,y aún así este alcanzó a accionar su pistola y le disparó al primero, con la circunstancia de que a quien impactó fue a un hermano del agresor, mecánica de la que se obtiene, con vista en el artículo 13 fracción III del Código Penal Sonorense vigente cuando los hechos, que el inculpado apelante repelió una agresión actual e injusta, como consecuencia de la cual estuvo en peligro de morir, sin haber dado lugar a tal agresión y sin que se advierta que se haya excedido al defenderse, puesto que la contestó de la misma manera en que la recibió, esto es, con arma de fuego, actualizándose en virtud de todo ello la defensa legítima prevista como excluyente de incriminación en el referido artículo 13 fracción III, la cual debió estimar de oficio el resolutor de primer grado, en acatamiento del diverso numeral 15 del mismo código vigente cuando los hechos - l4 del actual -. Por otro lado, aún cuando el receptor de la descarga de fuego efectuada por el apelante no lo fue su agresor sino un hermano de éste, en la especie no se está en presencia del error en el golpe de que habla el artículo 7 fracción II y último párrafo del código sustantivo en aplicación, puesto que para ello habría sido necesario que existiera dolo en su conducta, lo que no aconteció si sacó la pistola y disparó para defenderse de la injustificada agresión de que estaba siendo objeto; y tampoco reveló la preterintencionalidad de que habla el artículo 6, último párrafo, del reiterado código punitivo, porque dicho grado de culpabilidad existe " ... cuando se causa daño mayor que el que se quiso causar, habiendo dolo directo respecto del daño querido y culpa con relación al daño causado" y, según se dijo líneas arriba, su conducta no denota intencionalidad, mucho menos que hubiere deseado causarle daño alguno al hermano de su agresor. Por último, tampoco puede hablarse de conducta culposa en términos del tercer párrafo del recién citado artículo 6 (imprevisión del resultado siendo previsible; o previsión del mismo con la esperanza de que no se realizaría; o impericia o falta de aptitud), porque en las apremiantes condiciones de peligro de muerte en que el inculpado apelante se encontraba a nadie puede exigírsela, sin contrariar la naturaleza humana y el instinto de conservación inherente a ésta, que reflexione sobre la producción de cierto resultado o que únicamente desarrolle una acción en la cual sea apto o experto.

- Toca Penal No. 346/94. Agosto 3 de 1994. Segunda Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Francisco Gutiérrez Rodríguez. Srio. Proyectista: Lic. Rolando Fimbres Molina.

 

LESIONES, DELITO DE, SUBSUMIDO AL DE PRIVACIÓN ILEGAL DE LIBERTAD.- Al considerarse que las lesiones forman parte de la comisión del delito de privación ilegal de libertad, no puede ni debe tomarse como un delito independiente, pues de la mecánica de los hechos no se advierte que las lesiones le hayan sido inferidas antes del secuestro ni después de éste, estimándose por ello que el delito de lesiones queda subsumido al de privación ilegal de la libertad.

- Toca Penal No. 915/92. Mayo 17 de 1993. Primera Sala Mixta. Ponente: Mag. Lic. Rubén Lizárraga Méndez.